jueves, 5 de agosto de 2010

Doctor,¡¡¡Usted Nooo!!! Por favor


Hoy Jueves, en la fría y lluviosa mañana del gélido invierno porteño, los oyentes que despertamos en la sintonía de Mitre, fuimos victimas de una de las afrentas mas oprobiosas, a las que puede exponerse a quienes, en compañía de la radio, se predisponen a iniciar una nueva jornada.
Quienes siguen este blog, son consientes de mi contrariedad a las agresiones, gritos y descolocadas posiciones profesionales, en que se ubican algunas pretendidas conductoras/es mañaneros, caso puntual la Sra. Magdalena, en Radio Continental.
La radio, transitando la peor etapa de su historia, ya no tiene limites del respeto hacia el oyente. Quienes tienen la responsabilidad de hacer radio desde el micrófono, en su rol de contertulios, cómplices de quien se apresta  a recibir el mensaje, ha llegado al límite extremo.
Si existe un periodista, que se destaca por sobriedad, idoneidad, y acatamiento a los principios de la profesión, sin duda es el Dr. Nelson Castro. Pero, ese refinamiento intelectual y don de gente, que lo caracteriza, ha caído -trasladado por las circunstancias- a esa vorágine  de agresión imperante en nuestra radiofonía, y a la que nadie le pone fin, por el contrario, quienes deben hacerlo, lo propician.
Claro, que cuando hablamos de estas groseras confrontaciones, podemos imaginar que los contendientes, son de la más baja calaña. Pero no, los interlocutores, no son otros que aquellos elegidos, no por el voto, para ocupar cargos, que otrora ejercieran destacadas personalidades.
¿Cómo  no nos vamos a sorprender de tanta vergüenza oral, si uno de los agresores verbales es nada menos que el CANCILLER?
Sí, quien debe ser ejemplo, de cuanto hace a las relaciones protocolares, es un perseverante provocador, funcional a este tipo de riñas, propia de un elenco de patoteros, nada podemos demandar de aquellos, que desde el llano, son simples atónitos oyentes de tamaña incongruencia.
Es una verdadera lastima, que un periodista, quizá el ultimo circunspecto del dial, también, caiga en el juego de estos nefastos personeros, que el triste destino del país,  ha ubicado en los tronos oficiales.
Doctor Nelson Castro, usted, no puede ser presa de estos guapos, amparados por el poder. Su trayectoria, su irreprochable conducta y su estilo de respeto hacia sus oyentes, deben de eximirlo de estas situaciones.
Considero, desde este lugar del receptor, que periodistas de su estirpe, debieran obviar -desde su producción-, darles micrófono a estos personajes. Así, llegará el día, en que ellos, ignorados y en procura de votos, golpearán las puertas de los periodistas creíbles.
Y los oyentes, agradecidos.