miércoles, 15 de septiembre de 2010

TODO SEGUIRÁ IGUAL O PEOR

Los  lectores y visitantes de este blog, son testigos de la permanente preocupación que me significan los medios audiovisuales del país. Esta misma preocupación, seguramente estará rondando en la cabeza del titular de la AFSCA, quien, desde su rol de cumplir con directivas de políticas superiores, abrió la esperanza de todos, quienes hoy poseen solo un micrófono y un equipo transmisor, sin las mínimas condiciones técnicas e intelectuales para ser licenciatarios de una señal de servicios audiovisuales.

Si bien, la mentada ley 26522, tiene una interesante intención de mejorar el espectro radioeléctrico nacional, en muchos casos se ha transformado en nafta sobre la hoguera. ¿Cómo hará Mariotto, para sacar del aire tanta basura sonora? Quienes deseen ingresar a los distintos comentarios en la página web, de la autoridad de aplicación, observarán que todos los que hoy están en el aire, creen convencidos que seguirán estándolo. Nada mas equivocado, la gran mayoría, no puede mantener estas pretendidas radios (por denominarlas de alguna manera), ya que no cumplen con el mínimo indispensable de lo requerido para la explotación de una señal.

Sin pretender ser fiscal en la materia, solo bastará analizar cada comentario en su contenido, más la redacción y faltas gramaticales, posiciones discriminatorias, y enfrentamientos lugareños de quienes esgrimen legitimidad de su medio, como para comprobar las falencias primarias que imposibilitará otorgarles la soñada licencia.
Seguramente, quienes impulsaron el slogan “todas las voces” no advirtieron, que desde la democracia, será imposible desmembrar tamaño burdel, y menos aún, teniendo en cuenta la proximidad de elecciones.
Todo seguirá igual, hoy tomar decisiones de otorgamientos o no de señales, sería impopular para el gobierno, y probablemente nadie querrá asumir tamaño costo político. Solo, se cumplirá aquello a lo que apunta la ley, los monopolios. El resto, seguirá igual.

Mientras tanto, los oyentes seguiremos padeciendo calamitosas propuestas engendradas en este verdadero caos en que están inmersos los medios audiovisuales.
Quienes tenemos la posibilidad de recorrer el interior del país, día a día padecemos tanta barbarie sonora, mancillando las que otrora fueran, las límpidas ondas hertzianas argentinas.