jueves, 26 de mayo de 2011

¡¡¡Que desubicado!!!

En más de una oportunidad, he hecho referencia a las permanentes groserías a las que estamos expuestos los indefensos oyentes.
Hoy, por esta modalidad de libre expresión, libertad de prensa y otros logros, los medios de comunicación han pasado a ser tribunas de cuanto trasgresor exista, con el agravante, que estos, han logrado aleccionar a una importante porción de receptores de estos mensajes procaces, que esta es la nueva modalidad de los medios del nuevo siglo.

Aquella radio que tanto venero en casi todas las notas, es cosa del pasado y mucho mas sus protagonistas, que haciendo gala del buen uso del micrófono, en todo lo que ello significa, aparecen como dinosaurios que se han quedado en el tiempo.

Por suerte, aunque cada vez quedan menos, estos excelentes profesionales, aún son receptados por un público que jamás se adaptará a este régimen de la mala educación del que el Estado, hace oídos sordos.

Pero, existe una triste realidad. El Marketing, del que hoy dependen los medios, se asocia a tanto desorden lingüístico. Parece ser que aquellos que se predisponen a la sana compañía de la radio, como elemento de entretenimiento, de cultura y de reunión con los protagonistas del aire, no son consumidores, generalmente se achaca en un verdadero acto discriminatorio, “son viejos jubilados”.

Y una vez mas es el Estado, a través de la autoridad de aplicación esta ausente, en salvaguarda de los desamparados oyentes que permanentemente somos sorprendidos por groserías, gritos y reyertas patoteras de algunos conductores.  

Radio La Red, LR5 pone en el aire diariamente un ciclo de trasnoche dedicado al fútbol de ascenso. Su conductor, estableció un estilo frontal, donde incurre en términos de cancha, que el oyente puede o no aceptarlo. Pero, así es su estilo y no resulta lesivo, ya que cuando corresponde, hace un buen uso del micrófono y de respeto al escucha, cuando con tacto propio de cultura, observa que esta a punto de volcar.

Pero, en estos últimos meses, este mismo conductor ha tenido la poco feliz idea de incorporar a un periodista, caracterizado desde siempre por sus actitudes agresivas, prepotentes y hasta ofensivas para con sus jóvenes y respetuosos compañeros.

Este accionar no es nuevo en este personaje, que desde mi rol de escucha, percibo agresivo y de poco compañero siempre los más jóvenes, con actitudes que contrastan  con la sumisión extrema que en el programa anterior, tiene para con su conductor, un veterano profesional del fútbol.

No considero prudente, hacer nombres ya que no es intención de este oyente, inculpar públicamente a nadie, pero que sirva de sugerencia y alerta, que del otro lado del micrófono, estamos nosotros, los indefensos oyentes.

martes, 3 de mayo de 2011

¡¡¡¡Que Galan....!!!!!

Debo reconocer, que me resulta mas agradable bucear en mi memoria, y reencontrarme con aquellas viejas glorias de nuestra radiofonía, que encontrar por estos días, quien merezca ser destacado, como un “diferente” en este apocado y bastardeado medio.
Los hay, aunque muy pocos, pero existe algo que los diferencia y mucho, de aquellos que fueran celebres en otros tiempos.
En este recalar en la historia, hoy deseo remontarme a la ya lejana década del ´60. Aún resuenan en mis oídos aquellos avances que proponía Radio Libertad en 1962, con las voces de Lydia Sanchez y Alberto Zabalza, anunciando la llegada de alguien que con toda la pompa, engrosaría el elenco estelar de aquella casa, cobijada en las entrañas de la Galería Guemes.


Adolescente aún, con el tiempo, debí reconocer que adolecía del conocimiento de ese alguien que había sido uno de los impulsores de las primeras experiencias del medio.
Ese grande, que me proponían era un magno de verdad, que ni bien esbozó sus primeras palabras frente al micrófono, me impacto. Talento, oficio, calidad y la cancha propia de los que saben de que se trata, aquello que están haciendo. Percibía, que el tipo, sin imagen, solo con su voz, era el prototipo del galán porteño. Ganador, entrador, con esa pizca de piola y siempre listo para la conquista femenina. Así lo percibí, así me conquisto como gran profesional. Era un langa de Buenos Aires, que venía a engrosar aún mas mi intima galería de amigos del aire, en ese chiche de niño que con los años, me cautivara cada vez con mayor entusiasmo.
Se llamaba Roberto Galán. Un apellido, como creado especialmente para tamaña personalidad, o una personalidad moldeada a ese sello de cuna, al que debía rendir honor.
Recuerdo, que en una mañana de sábado, quien fuera mi maestro de años pasados, Salvador Del Priore, en su programa expresó sobre Galán:

Este hombre es uno de los grandes de la historia de nuestra Radiofonía, su regreso le hará muy bien a la Radio. Ante tamaña convicción, quedo a la espera de ese anunciado regreso, y ahí pude comprobar el profesionalismo de este aún joven Locutor y Animador, poseedor de una particular dialéctica resaltada por su envolvente personalidad, que bien le hacía honor a su apellido. En definitiva, un ganador que regresó y se quedó consolidadando su éxito tanto en radio, como en televisión. Galán, a mediados de 2000, accede a una nota telefónica realizada por Luís Salerno en “La radio atrasa” (Radio El Mundo), donde muy amablemente responde:

“P) ¿Cuándo fueron sus comienzos en radio?

R)” Lo mío fue una cosa circunstancial o casual, porque tenía un tío que con un compañero de trabajo inauguran “La hora ferroviaria”, en Radio Porteña, y un día me llevan a mí de visita -yo tenía sólo 17 años- a Belgrano 1841; en ese edificio funcionaban tres radios: Belgrano, del Pueblo y Mitre. Allí me enamoré del medio, del ambiente, y entonces ese tío me dio una tarea que consistía en ir al Diario Noticias Gráficas (sede de Radio Porteña) que quedaba en la calle Riobamba, donde ahora está Estrellas y Crónica, propiedad de mi amigo Héctor Ricardo García. Ahí empiezo a hacer un informativo, curioso es que cuando yo llego no sabía a quién ver, sólo tenía una presentación escrita, y me atiende un señor muy cordial que vio que yo no sabía adónde ir y me dijo, `¿que necesitas pibe?´  `Mire, yo me llamo Roberto Galán y vengo para formar un informativo.´ `Bueno, veni, y me llevó a un lugar y me dice, `ves, en esta canasta (era una canasta de alambre) están todos los cables del día que vos podes utilizar.´ Ese tipo era Jaime Jacobson, el papá de Tito y el papá de Jorge, un gran tipo, un señoriazo. Bueno, empecé a trabajar así de esa manera.
Yo, ya había cursado el bachillerato en el Nicolás Avellaneda (El Salvador 5528-N. del A.) en el barrio de Palermo, y empecé a trabajar en Radiotelefonía y me “enamoré” de la Radio. Ahí me hago amigo de un locutor llamado Carlos Sol, que venía a Radio Porteña a pasar avisos de la Tienda Albión Hausse, cuando a él lo llaman para designarlo Locutor oficial, me dice: `mirá, yo te puedo recomendar, ¿querés entrar acá? Yo te dejo estas frases.´ Entonces vamos juntos a Albión Hausse (Cangallo y Maipú) y ahí conozco a Don Enrique Snagel y empiezo a trabajar; ganaba un sueldo lindo, con la consiguiente emoción de mi abuela, con la que yo vivía. Al poco tiempo me llama Raúl Grosales, que era Gerente Artístico y me dice: `Mirá, te hemos estado oyendo y queremos nombrarte Locutor Oficial de Radio Belgrano.´ A mis 20 años me llama Don Jaime Yankelevich y me dice: `Te hemos nombrado Jefe de Locutores de esta emisora.´ Entonces ahí empecé la carrera junto a ese inolvidable tipo que era Yankelevich, presentando a gente tan importante como Canaro, Fressedo, Mercedes Simone, Charlo, que eran las grandes figuras del momento. Después hicimos una huelga contra Yankelevich, y entonces me fui a trabajar un tiempo en La Voz del Aire que estaba casi frente a Radio El Mundo, en la calle Maipú, y que era de un chileno llamado Emilio Karstulovic. Después volví  a Radio Belgrano, donde estuve un tiempo, y allí me llama Pablo Osvaldo Valle y me contratan en Radio Splendid. Ya en esta radio, también iniciamos otra huelga, perdimos la huelga y me fui a Europa. Bueno, esto sería la primera parte de mi vida Radiotelefónica.”


Luego, todos sabemos del peregrinaje de nuestro homenajeado por el Viejo Mundo, Río de Janeiro y Venezuela, donde alternó en varias actividades ajenas al medio de las que nunca renegó, y que en los años ´60 retornó al país para reencontrarse con su radio, esta vez en RADIO LIBERTAD. Volvió, triunfó y se quedó. Fue sin dudas uno de los mas fieles exponentes de la radiofonía argentina. Muchos, debieran nutrirse de su ejemplo de enseñanza. Un profesional de ley, así como lo fue de galán


“Roberto Galán fue un galán de la vida y de la amistad”

EXPRESADO POR SU ENTRAÑABLE AMIGO, EL DECANO DE LOS PERIODISTAS EN CASA DE GOBIERNO, EL Sr. ROBERTO DI SANDRO.
Roberto Galán: Nació el 26 de febrero de 1916 en Buenos Aires
     Falleció el 9 de noviembre de 2000 en Buenos Aires