jueves, 28 de junio de 2012

¡¡¡¡Fueza Juan Alberto, aún en el cielo!!!!

29/06/2012
Chau Juan, que descanses en paz, como te lo merecés. Con esa misma paz que nos diste desde tu voz, a todos quienes te seguimos desde tu irrupción frente al micrófono, allá por 1971 como locutor de turno de Rivadavia. Eras por entonces solo Juan Badía, y así como  fuiste agigantando con tu labor, le agregaste el Juan Alberto, como marca registrada de un sello indeleble, que aún con tu partida física, quedará perenne en quienes te pusimos el oído.


Por esas cosas de la tecnología, tu voz y tu figura quedarán en los anaqueles de la historia, como material de enseñanza, tan necesario en estos tiempos, para quienes han elegido la profesión de los Badía. Como lo hemos hablado alguna vez en aquellas interminables madrugadas de Arenales 2467,y a diferencia de los grandes maestros, de los que no han quedado archivos, estará tu voz y tu figura entre los incunables del medio que nos apasionara. Serás ejemplo de la voz y la persona, que nos enseñó que es eso, de hacer buena radio. Seguramente ya, apenas llegado al cielo, tu maestro y profesor, tu padre, te estará estrechando en un abrazo por lo bien que llevaste el estandarte de su apellido con honor y dignidad. Te vas físicamente, pero como Gardel, Borges, Niní, Jhon y tantos otros, estarás enseñándonos como es eso del arte y la cultura. Q.P.D.


28/06/2012-23,50hs
Hablar de Badía es reeditar  parte de la historia de nuestra radiofonia. Es que este es un apellido que por siempre se ha incorporado en los oídos de cada uno de quienes supimos disfrutar de la buena radio. Hoy, uno de los integrantes de ese clan que forjara Don Juan Ramón, por estas horas, nada menos que nuestro contemporaneo Juan Alberto, la está pasando mal, y me duele y mucho, seguramente como a todos quienes valoramos no solo al profesional, sino a la persona. ¡¡¡Fuerza Juan, vos que sos Imagen de Radio, tenés que salir al aire!!! Sabé que estas en "Buena Compañía"
Un cable. como aquellos que tanto ha leido en su vida profesional de locutor, ha caído como una daga en mis sentimientos y en de todos sus oyentes.